Incubación: características conductuales y morfológicas en aves ponedoras.
Las pavas silvestres
encluecan después de poner una nidada de casi veinte huevos. De una manera
similar, en las pavas domésticas la clueques empieza a aparecer justo después
del máximo nivel de producción de huevos, esto es, después de la tercera o
cuarta semana de postura. Si no se adopta ninguna medida preventiva, su
manifestación alcanza el máximo entre la octava y la décima semana de postura y
persiste a lo largo del ciclo reproductivo.
Los resultados de un
reciente estudio mostraron que, en ausencia de un manejo específico de
clueques, sobre el 80% de las hembras de una línea comercial pasaron por
episodios de clueques. Si se manejan, las mismas aves se encluecaran dos o más
veces, a intervalos de 3 a 4 semanas. El inicio de la clueques es precedido por
un aumento progresivo en la frecuencia y duración de las visitas al nidal, al
principio durante la noche y luego progresivamente durante el día entero.
Al final de este
período intermedio, que es conocido como estado de transición, la hembra clueca
sólo dejará brevemente el nido y pasará en éste más de 90% del día. Al
acercarse, la hembra exhibe una conducta de defensa del nido, reúne e incuba
los huevos, emite un siseo característico y encrespa sus plumas de una manera
agresiva. Las hembras también reducen en gran cantidad su ingesta de alimento y
agua.
Como resultado, pueden
perder sobre el 30% de su peso corporal durante el período de incubación,
debido en parte a la involución del tracto reproductor, pero principalmente
debido a la movilización de las reservas corporales como fuentes de energía. En
este momento se desarrollan las características áreas peladas de clueques,
producto de la pérdida de plumas en el área abdominal ventral. Esta área se
vuelve edematosa y altamente vascularizada. La cloaca se torna firme y seca, y
los huesos pelvianos permanecen más juntos.
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