Avicultura Familiar

Avicultura Familiar

La avicultura en el patio de casa y al aire libre representa hasta un 70% del total de la producción de huevos y carne de aves en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos.



El mundo sería más triste si no hubiera avicultura familiar. En las zonas rurales de todo el mundo, el día comienza con el canto estridente de los gallos que, según parece, compiten en la celebración de su propia existencia. Mientras los campesinos asiáticos trabajan en sus arrozales, sus patos navegan por los estanques como perpetuos vacacionistas. 

Las gallinas pasan horas agitando sus alas perezosamente en lujosos baños de polvo, llevan a sus pollitos en excursiones de picoteo y rascada o le anuncian a sus hermanas, casi con un graznido de asombro: "¡He puesto un huevo!" (los investigadores descubrieron recientemente que los gallos listos dicen: "¡Mira, encontré algo de comer!" para atraer a la hembra inexperta a suficiente distancia para aparearse con ella).

Diversión aparte, la "avicultura familiar” es decir, la cría doméstica tradicional que utiliza pocos insumos, de gallinas, pavos, patos y gansos, gallinitas de Guinea, pichones, faisanes y codornices- es básica para la seguridad alimentaria en gran parte del mundo. 

Según cálculos recientes, la avicultura en el patio de casa y al aire libre representa hasta un 70% del total de la producción de huevos y carne de aves en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos. 

En las zonas rurales situadas en un medio ambiente frágil, marginales económicamente, la avicultura familiar es un elemento común de los sistemas agrícolas mixtos, las aves domésticas son pequeñas, se reproducen con facilidad, no exigen una gran inversión y prosperan con desechos de la cocina, cereales troceados, lombrices, caracoles, insectos y vegetación.

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